Recuerdos a todos los seguidores desde la redacción de este blog, en especial los de la Red Libertad, y mis disculpas a por hacerme de esperar desde el principio del verano pasado; no obstante, obligaciones profesionales y algún otro día de canígula veraniega han debilitado mi capacidad de concentración. Así que prometo volver al cotidiano ritmo de publicación de esta bitácora, comenzando por aquí. Y no es que los tiempos no hayan traído aventuras (más bien desventuras) en la escena nacional o internacional; todo lo contrario, hasta tal punto que pueden hacer zozobrar al mejor navegante. Seguimos instalados en una crisis de la que supuestamente estaríamos "saliendo", me temo que como mucho hemos salido de la UCI a Urgencias y no es descartable que volvamos si las actuales dificultades de nuestros vecinos europeos hacen refluir el entusiasmo por el modelo exportador. Pero, en definitiva, nuestra crisis es más que económica, es política, moral..., es una crisis de civiliz